las cosas no podian estar mejor. pero claro, cuando no hay nada externo por que preocuparse, lo interno sabe atacar con macabra dulzura incinerante. victimas de la mentira y el sue�o supongo. y ahora nada. casi como tener que pazar el plumero por algo que no se usa hace demasiado tiempo mientras operaba la realidad virtual, ego-ritmia de no-existencia complaciente o peor. y ahora? se acabo la pelicula, hay que empezar a vivir. hay que empezar a hacerse cargo de la maquina, y dejar de ser manejados por ella. pero mierda! porque da tanto miedo! mas comoda era la butaca del gran letargo frente a la cinta filmica. pero es el cuarto camino. conciencia-claridad-constancia-conocimiento y basta de parecer.